Problema 167
77.- Se da el triángulo ABC. Se trazan cevianas cualesquiera
AA', BB' y CC' que concurren en D. Se quiere que el triángulo homológico sea
equilátero y que el punto homólogo del D sea el ortocentro.
Antes de pasar a resolver el problema necesitamos precisar
unos conceptos y resultados que serán usados posteriormente.
1.- Homologías.
Generalidades.
Una homología del plano proyectivo es una
transformación puntual del plano en sí mismo tal que las rectas que unen los
pares de puntos homólogos son concurrentes en un punto O llamado centro
de la homología, y de otra parte las rectas homólogas se cortan en puntos
de una misma recta e que llamamos eje de la homología.
Si una recta pasa por el centro de
homología se transforma en ella misma: es invariante (no fija) por la
homología.
2.-Rectas límite de una homología. Homólogo de un
punto.
Son aquellas rectas homólogas de la recta
del infinito del plano. Precisando: la recta límite l, es aquella que se
transforma en la recta del infinito. La recta límite k’ es la imagen de
la recta del infinito. Son la antiimagen (recta l) y la imagen (recta k’)
de la recta del infinito en la homología de centro O y eje e.
Las
rectas límite son paralelas al eje de homología, pues han de concurrir
con él en la recta del infinito o recta impropia.
Según la definición
una homología queda determinada conociendo el centro, el eje y un par de puntos
homólogos. Para construir B’, imagen de B, trazamos la recta r
determinada por A y B, que corta al eje en un punto Q y
la recta OB que ha de contener a B’. La recta homóloga de r,
r’ también corta al eje en Q, y por consiguiente, el punto B’ se
obtiene de la intersección de las rectas A’Q y OB.
Una homología también queda determinada si
se conocen el centro, una recta límite, por ejemplo l y un par de puntos
homólogos. Intentaremos primeramente determinar el eje de homología y entonces
podremos referirnos al caso anterior.
3.- Construcción de
las rectas límite.
De la definición dada de las rectas límite,
se deduce que si dos rectas se cortan en un punto de la recta límite l,
sus imágenes por la homología son dos rectas paralelas. Veamos cómo pueden
determinarse las rectas límite de una homología donde se conocen el centro, el
eje y un par de puntos homólogos.
Para construir l bastará con encontrar
un punto L de una recta dada r, cuya imagen sea un punto impropio
L’ de la recta homóloga r’. Cualquier recta paralela a r’
la cortará en el punto impropio L’. Esto es, L es la intersección
de r* con r. Trazando una paralela al eje por L queda determinada
la recta límite l.
Análogamente se procedería para construir
la otra recta límite k’.
Vemos pues que si una recta m corta a la recta límite l en un
punto Lm, como la imagen de éste, está en el infinito, (es el
punto impropio de la recta m’), y la recta determinada por el centro O y el punto Lm se
transforma en sí misma ha de suceder que
las rectas m’ y OLm son paralelas, y, por tanto, para
dos rectas cualesquiera, m y n se tiene esta importante propiedad
para la resolución del problema:
Los ángulos que forman las transformadas m’
y n’ de las rectas m y n son iguales o suplementarios a los ángulos
determinados por las rectas OLm y OLn.
4.- La polar de un
punto respecto de un triángulo.
Si
las rectas AA’, BB’ y CC’
son concurrentes en D, las rectas A’B’, BB’ y CC’ cortan a los lados opuestos
en puntos de la misma recta P, Q y R., llamada polar de D respecto al triángulo
ABC.
Demostración.
La
recta A’B’, corta al lado AB en P, que según se vio
en el problema nº 151, por aplicación de los teoremas de Menelao (en el
triángulo ABC cortado por la transversal B’A’) y Ceva (para las
cevianas concurrentes en D) es tal que (ABC’P)= —1,
de donde se sigue (C’AB) = — (PAB). Con las otras
rectas ocurre igual y se tienen (A’BC)= —(QBC) y (B’CA)=
—(RCA). El producto de estas relaciones (PAB)·(QBC)· (RCA) =
—(C’AB)· (A’BC)· (B’CA)= —(—1) = +1
demuestra la alineación de los P, Q y R..
(La notación (JKL) representa la razón simple
de estos puntos, es decir, (JKL) =
)
La recta determinada a partir del triángulo y el
punto D se denomina polar del punto respecto al triángulo.
5.- Resolución del
problema.
Si existe la homología buscada
que transforme ABC en el triángulo equilátero A*B*C*, también
transformará las cevianas MM’ en los correspondientes segmentos del
triángulo equilátero paralelos a cada base. Por consiguiente las rectas AB,
A’B’; AC, A’C’ y BC, B’C’ al transformarse por la homología en
rectas paralelas, han de ser concurrentes dos a dos, en puntos de la recta límite
l. Definimos pues los puntos. La , Lb y Lc como las
intersecciones de los pares de rectas MN y M’N’.
Que estos
tres puntos están alineados es lo que acabamos de demostrar, la recta límite
l de la homología que buscamos es la que hemos llamado anteriormente, la
recta polar del punto D con respecto al triángulo ABC.
Para completar la homología nos hace falta determinar el centro y fijar la posición del homólogo de un vértice cualquiera del triángulo dado.

Llamando a, b y c a las rectas soporte
de los vértices del triángulo ABC, sus transformadas por la homología a’,
b’ y c’ forman un triángulo
equilátero, según la conclusión final de 3 , el centro de homología O
es un punto tal que las rectas OLa , OLb y OLc forman entre sí ángulos de 60º o de 120º. El punto O,
centro de homología, se hallará construyendo el arco capaz de los
segmentos La Lb y Lb Lc
y amplitud 60º.
Una
homología también queda determinada conociendo el centro, una recta límite y el
homólogo de un punto.
5.1.-Determinación del eje de homología.
Veamos, con estos datos, cómo se puede determinar el
eje de la homología. Solamente necesitamos hallar un punto, pues sabemos que es
paralelo a la recta límite. Supongamos que hemos dado el homólogo del punto A
que voy a llamar A*.
Una recta que pase por A,
por ejemplo la recta c (determinada por A y B), corta a la
recta límite l en el punto
Lc., cuya imagen por la homología es el punto impropio de la recta c’;
por tanto esta recta c’ ha de ser paralela a la recta determinada por O y Lc
(en el dibujo,
el par de rectas de color cyan). Dos rectas homólogas se cortan en un
punto del eje. Así se determina el punto Rc y con él, el eje
de la homología.
La determinación de los
homólogos de los restantes vértices y del punto D se hace como se ha
explicado en 2, y, con un poco de paciencia se termina la construcción.
Para calcular B*, tomo la recta AB, que pasa por B y corta
al eje en el punto Rc. Su homóloga también pasa por este punto y es
paralela a OLc (las c y c’de antes). Como B* ha
de estar sobre OB, el corte de éstas nos da el punto B*.
Para hallar C*
tomo la recta BC. Su homóloga pasa por su corte con el eje, el punto Ra,
y por B*. El punto C* es el que esta última recta tiene en común
con OC.
D* se halla a partir de la recta CD que corta a
la recta límite y al eje en los puntos Ld y Rd respectivamente.
Su homóloga pasa por Rd y es paralela a la recta O Ld
y su corte con OD proporciona el punto D*.
