Problema 438.- Demostrar que si la altura y la mediana desde el mismo vértice de un triángulo no isósceles son interiores al triángulo y forman ángulos iguales con

sus lados adyacentes, entonces es un triángulo rectángulo.

(Gusev, V., Litvinenko, V. y Mordovich, A. (1988). Solving problem in Geometry. Mir. Moscú).

 

 

Resolución: (Vicente Vicario García, I.E.S. El SUR, Huelva)

 

            Utilizaremos la notación habitual en la geometría del triángulo. Para la resolución del problema necesitamos tres lemas que demostramos a continuación.

 

Lema 1: “Dado un triángulo ABC entonces la longitud de la mediana que parte del vértice A es  ”.

Demostración: Sea D el punto de corte de la mediana que parte del vértice A con el lado BC. Aplicando el teorema de los cosenos al triángulo ABC tenemos que

 

                                  

 

y en virtud el teorema de los cosenos aplicado al triángulo ABC, podemos despejar en función de los lados del triángulo y llevar su valor a la expresión anterior, quedando después de la simplificación oportuna

 

           

 

Lema 2: “Dado un triángulo ABC entonces la longitud de la bisectriz interior que parte del vértice A es   ”.

 

Demostración: Sea E el punto de corte de la bisectriz interior que parte del vértice A con el lado BC. Por el teorema de las bisectrices, denotando , podemos plantear la relación

                                                          

 

Aplicando el teorema de los cosenos al triángulo AEB y al triángulo ABC entonces

 

           

 

Lema 3: “Dado un triángulo ABC 2si  es la longitud de la mediana que parte del vértice A  y  es la longitud de la simediana (segmento simétrico del segmento mediana respecto de la bisectriz interior )  que parte del mismo vértice, entonces se tiene la relación   ”.

 

Demostración: Sea F el punto de corte de la simediana que parte del vértice A con el lado BC. Por definición de simediana se tiene claramente que . Además, por el teorema de las bisectrices aplicado al triángulo AFD (donde AE es bisectriz interior) tenemos la relación

 

                                                                                  [1]

 

            Por otra parte, a partir del contenido de la demostración del lema 2, es evidente que tenemos

 

Aplicando ahora el teorema de los cosenos al triángulo AED entonces

 

                                                                [2]                  

 

y aplicándolo al triángulo AEF entonces

 

                                                                 [3]

 

Despejando  en [2] y sustituyendo en [3] tenemos que

 

                                         [4]

 

Sustituyendo la relación [1] en [4], obtenemos la relación

 

y resolviendo esta ecuación de segundo grado en la incógnita , obtenemos

           

 

siendo éste el caso de triángulo isósceles, solución que no nos interesa, puesto que nuestro triángulo no lo es. La otra solución es

 

           

 

y aplicando los lemas 1 y 2 entonces

           

 

            Centrándonos ahora en nuestro problema, se tiene que en las condiciones del mismo, la altura que parte del vértice A, es decir, , es claramente tal que coincide con la simediana que parte del mismo vértice. Por tanto, se ha de cumplir necesariamente, en virtud del lema 3 anterior, la relación

 

                                              

 

y sustituyendo los valores conocidos de ,  (utilizando la fórmula de Herón)

 

                       

 

Elevando al cuadrado y simplificando tenemos

 

           

            Puesto que, por hipótesis , después de simplificar la ecuación anterior, llegamos a la siguiente ecuación bicuadrada con dicriminante nulo

 

;   .

 

            Así pues, resolviendo la ecuación tenemos fácilmente , y en virtud del recíproco al teorema de Pitágoras concluimos que el triángulo ha de ser rectángulo en A, como requería el problema.

 

Nota: El teorema recíproco también es cierto, es decir, en todo triángulo rectángulo la simediana que parte del vértice del ángulo recto coincide con la altura que parte del mismo. Por tanto, los ángulos que forma con los lados (catetos) adyacentes han de ser iguales. La demostración es sencilla ya que por el teorema de Pitágoras . Además, se tiene la relación , que se obtiene fácilmente mediante relaciones de semejanza o bien como aplicación conjunta de los conocidos teoremas de la altura y del cateto               

               

 

donde m y n son las proyecciones de los catetos c y b sobre la hipotenusa, respectivamente. Por otro lado, es claro que la mediana tiene como longitud

 

                                              

 

y por tanto

 

           

 

que obviamente se cumple por hipótesis.

 



En todo triángulo podemos plantear la relación